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En el año 1998, durante la procesión del Dolor de Nuestra Madre, organizada por la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad, la corona de Nuestra Señora de la Soledad se suelta y da a la impresión de llegar a caerse en la Calle Burgo Nuevo. Los braceros bajaron el trono a suelo para que uno de los hermanos subiese al trono y colocase la corona. La corona volvió a soltarse, pero esta vez sin peligro a caerse.

Un año después de la fundación de la Cofradía de Nuestro Señor Jesús de la Redención la procesión se abría con la cruz de guía y la banda de música de la Cofradía de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz. Seguido filas de papones negro y rojo y la Agrupación Musical de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad. Después aparecía la primera efigie de la procesión, el Santo Cristo del Desenclavo de la Real Cofradía del Santísimo Sacramento de Minerva y la Santa Vera Cruz, seguido de las cruces de la cofradía. Por último la primera imagen de Nuestra Madre de la Divina Gracia, obra de José Aurelio del Amo, con un simple manto negro liso.

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